Qué importante parar, sólo unos minutos, los que te puedas estar regalando para conectar con vos, con tus sentires, con tus deseos, con tu propia vida.

Sin nada que sostener, sin nada que cargar. Livianos de todo.

Para recibirnos, para habitarnos, para respirar en un aquí y ahora. Para vivir este presente que es lo único que tenemos.

Para sentir nuestra presencia, nuestro aliento, nuestras dudas, nuestras necesidades.

Para convocar al cielo, que descienda a nuestros pensamientos y los calme. Que descienda a nuestras palabras y las bendiga. Que descienda a nuestros sentimientos y los haga anorosos.

Que descienda a nuestro cuerpo y lo sane, que descienda a nuestra alma y la abrace.

Tan simple. Sólo sentir.

Amor para vos, Amor para mí, Amor para todos.

Deseo que esta práctica te traiga paz.

Te invito a conectar con vos, con tus conflictos y síntomas a partir de la biodescodificación. Recordá siempre que este abordaje es complementario a la medicina y psicología tradicionales. Nunca vamos a estar reemplazando las consultas y herramientas que un profesional adecuado te indique.

Te propongo herramientas transformadoras como las constelaciones familiares, la construcción de tu propio genograma, técnicas de EFT. Siempre bajo la mirada sistémica y transgeneracional. Será un placer acompañarte en tu proceso. Podés comunicarte conmigo por privado en mis redes, en mi página web o por wpp al 11 3107 4364.

Para ver la práctica completa: https://www.instagram.com/reel/Ckf95qSDRC-/?igshid=YmMyMTA2M2Y=

La melancolía es la pérdida del interés en el afuera, la libido se instala en la persona, sin tener ningún interés en el entorno. Imposibilita cerrar un duelo; es un duelo sin final. Hay auto reproches y pérdida de la autoestima, un delirio de indignidad, no merecer vivir bien.

Posee base psicológica y orgánica. Hay anulación del interés de la persona por el mundo. A veces no se sabe lo que se perdió. Aparece en el discurso la queja, el mostrar fallas, una parte de sí mismo maltrata a la otra. El súper yo, la consciencia, el deber ser, maltrata al yo. Hay una máxima tensión conflictual en la que el yo quedó modificado o identificado con el objeto perdido. Se reconoce a sí mismo en lo que ya no está. La “voz de la consciencia” ataca a la parte consciente.

Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.

Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.

Qué significa esto? Es cuando nos perdemos en el otro, cuando somos excesivamente empáticos, cuando nos ponemos en modo salvadores haciéndonos cargo de las emociones de los demás.

Es cansador, nos perdemos a nosotros mismos.

Así como es muy importante la higiene de nuestros cuerpos, también lo es la higiene de nuestras mentes y de nuestras almas. Dejamos que el material psíquico de otra persona ingrese a nuestra mente, nublándonos. Muchas veces esta manera de actuar ni siquiera nos es propia. Nos viene heredada. Por eso es muy importante mirarnos, observar nuestra forma de actuar y de relacionarnos, para poder mantener limpia nuestra mente y nuestra alma.

Es muy importante que puedas tomar consciencia si es esto lo que te está sucediendo, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen y los cambios que necesitás.

Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.

Hay un regalo escondido en nuestras experiencias. Animate a encontrarlo.

Lleva tiempo, claro. Podés tomarte el tiempo que sea necesario para vos. Cada uno de nosotros tiene sus propios tiempos. No somos todos iguales, sanamos cada uno a su propia manera y según su propia historia. Tampoco todos tenemos las mismas herramientas.

Cuando el proceso se vuelva muy intenso, podés parar, descansar, ser compasivo con vos mismo.

Sanar es un camino de regreso. De regreso a vos mismo, a tu propio encuentro. Es un abrazo hacia adentro. Es un recorrido transformador y único. Es la reconexión con quien sos, más allá de todas y cada una de tus circunstancias.

Desde la perspectiva sistémica el insomnio tiene su origen en el sistema familiar. Es importante reflexionar acerca de lo nos está alterando, identificar los miedos, las inseguridades, qué estamos evitando, qué decisión estamos retrasando, qué pasos quisiéramos dar y no nos atrevemos. Sentimos que estamos viviendo alguna situación insoportable?

Qué importante sentir y gestionar la emoción que estamos viviendo.

Recordá siempre que el abordaje de la biodescodificación es complementario a la medicina y psicología tradicionales. Con esto me refiero a que, si logramos encontrar el origen y comenzar a sanar, seguramente podremos revertirlo más rápidamente y evitar que se vuelva a repetir; pero nunca vamos a estar reemplazando las consultas y herramientas que un profesional adecuado te indique.

El duelo es un proceso de adaptación personal frente a una pérdida; duele hasta que se pueda admitir y soportar. Es una herida a nivel emocional que a través del tiempo genera una cicatriz para que deje de sangrar.

Cuando amamos, esa energía puesta es la libido. Al perder aquello que amamos, esa energía de amor queda liberada; vuelve de forma transitoria hacia el que padece el duelo y fortalece. Luego viajará hacia un objeto exterior.

En un comienzo, se pierde el interés en el afuera, la libido está en el yo; para luego poder depositarla nuevamente en el afuera. La mayoría de las veces aparece en el discurso la queja. El super yo (la consciencia, el deber ser) maltrata al yo, hay una máxima tensión conflictual en la que el yo quedó modificado o identificado con la pérdida. Se reconoce a sí mismo en lo que ya no está.

El duelo tiene diferentes etapas, las cuales no se dan de forma estricta en todas las personas. Dichas etapas son la negación, la ira, la negociación, la tristeza y finalmente la aceptación.

Cuando no se logra duelar, desaparece el interés en el entorno, es un duelo sin final con una sensación de no merecer vivir. Si se eterniza el duelo, la libido queda anclada en la pérdida. Las pérdidas son momentos muy difíciles en la vida, nos dejan sin recursos y a veces la pena es tan grande, inmensamente grande, que no sabemos cómo seguir adelante. Sin dudas, sólo el amor puede salvarnos.

Es fundamental tomar consciencia de este conflicto, entenderlo, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.

Recordá siempre que el abordaje de la biodescodificación es complementario a la medicina y psicología tradicionales. Con esto me refiero a que, si logramos encontrar el origen y comenzar a sanar, seguramente podremos revertirlo más rápidamente y evitar que se vuelva a repetir; pero nunca vamos a estar reemplazando las consultas y herramientas que un profesional adecuado te indique.

Las universidades más prestigiosas del mundo ya han validado y demostrado que las emociones nos pueden enfermar. Cómo es que puede suceder esto?

Las células que constituyen nuestro cuerpo funcionan según señales y ordenes que reciben indicándoles qué hacer, si deben realizar el trabajo de manera más lenta o más rápida, en más o en menos de su trabajo habitual. Las señales que mencioné antes, son en su mayor parte, sustancias químicas que nos permiten sentir las emociones que percibimos.

Entonces, las sensaciones que experimentamos en nuestro cuerpo son nuestras propias células reaccionando a los mensajes químicos que el cerebro ordenó para avisarles qué hacer. Esto es, por ejemplo, si hay una situación de peligro, es mejor huir; si la situación es en cambio de placer, es mejor permanecer. Esa sensación cuando se mantiene en el tiempo y provoca un cambio en la función celular de manera permanente y prolongada, aparece como un desequilibrio que designamos como “enfermedad”.

Cómo revertir lo que nos sucede? Por supuesto, continuar con los tratamientos médicos y psicológicos que necesitamos, con la medicina tradicional y sus indicaciones.

La biodescodificación es una invitación a examinar las creencias que generan las emociones que en este momento están desencadenando los síntomas. La revisión y sanación de estas creencias que llevamos incorporadas en nosotros, al dejar de manifestarse, inhiben la señal que disparaba ese cambio en el funcionamiento celular y podemos comenzar a desactivar los síntomas.

Ser responsables de la propia vida, de las propias decisiones y elecciones, en qué decidimos creer y en qué no. En quienes están en nuestra vida, quienes entran y quienes salen. Hacernos cargo de la propia vida implica dejar de ser víctima de las circunstancias que nos rodean, dejar de buscar culpables, implica despertarse del letargo y accionar. Son elecciones. No somos responsables de intervenir en los caminos de los otros. Si nos unimos a su manera de actuar, si somos funcionales a sus deseos, terminamos enganchados con una vida que no nos nutre. Siempre estamos mirando al otro, a ver si está bien, si necesita algo, dejando de lado nuestras propias necesidades y nuestros propios deseos. Con el tiempo, nos consume la energía. Probablemente terminemos maternando a quien debería ser nuestro compañero de ruta. Es el comienzo del fin de una relación adulta. Quizá si no podemos despegarnos de esa conducta, estaría bueno preguntarse por qué necesitamos ocupar ese lugar, qué parte de nosotros resuena con esa manera de actuar.

Te invito a mirarte y tratar de comprender qué te está sucediendo. La transformación viene desde adentro. Y cuando alguien decide cambiar, todo su mundo externo cambia también.

¿Cómo tomar consciencia de lo que nos está sucediendo y sanar? Mirando nuestra propia vida, mirando al niño que hemos sido amorosamente. Iniciando el camino del autoconocimiento.

Qué importante es nuestra conexión con nuestros deseos genuinos.

Si bajamos nuestros pensamientos al cuerpo y los conectamos con nuestra alma, abrimos esos espacios de creación para nosotros mismos. El camino del Alma no es un camino de seguridad y de certezas; es un camino maravilloso y mágico de autoconocimiento y de expansión. No es un camino que haya sido transitado, es personal y único. Cada uno de nosotros tiene el propio. Tomar la decisión de seguirlo, es un camino de regreso hacia nosotros mismos. Es el mundo de las posibilidades infinitas, de los tantos y tantos yo que podemos elegir ser.

Desde nuestro deseo más genuino. Conectar con nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma es un camino increíblemente transformador y sanador.

Es un nuevo comienzo en nuestra vida.

Cuando amamos la energía está puesta en la libido. Al perder lo que amamos, esa energía de amor, queda liberada. Vuelve de forma transitoria hacia nosotros. En un comienzo se pierde el interés en el afuera, ya que la libido está en el yo, para luego ser depositada nuevamente en el afuera. Es una experiencia dolorosa que nos lleva a adaptarnos a la nueva situación. Los duelos se refieren a las pérdidas. Podemos perder a una persona a quien amamos porque partió de este plano, porque terminamos una relación; también podemos hacer el duelo de cualquier otra cosa que signifique para nosotros una pérdida. La muerte de un animalito de compañía, la pérdida de un trabajo. Cualquier situación que para nosotros signifique estar perdiendo aquello que sentíamos propio. Se transforma en patológico cuando se eterniza, cuando no se puede sustituir el objeto perdido. La libido queda anclada en ese objeto que se perdió. No falla el juicio de realidad pero sí el intento de reemplazarlo.

El tiempo sin dudas es muy importante para ir transitando estas etapas del duelo, lo que sí es fundamental tener presente es que los duelos se atraviesan en soledad y con dolor. Lloramos nuestra pena, nuestro dolor y solo nosotros sabemos lo que esto quiere decir.

Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.