Hay un regalo escondido en nuestras experiencias. Animate a encontrarlo.
Lleva tiempo, claro. Podés tomarte el tiempo que sea necesario para vos. Cada uno de nosotros tiene sus propios tiempos. No somos todos iguales, sanamos cada uno a su propia manera y según su propia historia. Tampoco todos tenemos las mismas herramientas.
Cuando el proceso se vuelva muy intenso, podés parar, descansar, ser compasivo con vos mismo.
Sanar es un camino de regreso. De regreso a vos mismo, a tu propio encuentro. Es un abrazo hacia adentro. Es un recorrido transformador y único. Es la reconexión con quien sos, más allá de todas y cada una de tus circunstancias.
