Nuestro cerebro tiene la capacidad de recordar todo lo que afecta directamente a nuestra supervivencia. Cualquier sensación de peligro, real o simbólica, llega a la parte límbica del cerebro donde es etiquetada.
Se activa la amígdala, aumenta el ritmo cardiaco, la glándula adrenal recibe una señal del tálamo que induce la secreción de adrenalina; que a su vez aumenta la velocidad del corazón. La sangre bombeada rápidamente va hacia los músculos, en especial a las extremidades. El lóbulo frontal valora la situación y es nuestro sistema de supervivencia.
Muchas veces nuestros pensamientos son software desactualizado, que debemos modificar. Cuando el rol nos es impuesto por el afuera enfermamos, por vivir bajo el deseo externo. Pensemos entonces en comenzar a vibrar hacia un modelo interno, en sintonía con un proyecto propio y no modelado por otros.
Recordá siempre que el abordaje de la biodescodificación es complementario a la medicina y psicología tradicionales. Con esto me refiero a que, si logramos encontrar el origen y comenzar a sanar, seguramente podremos revertirlo más rápidamente y evitar que se vuelva a repetir; pero nunca vamos a estar reemplazando las consultas y herramientas que un profesional adecuado te indique. 
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