Es un trastorno neurológico que causa un desorden en el movimiento, exteriorizando tics nerviosos involuntarios de intensidad inconstante. Estos tics pueden ser movimientos en el cuerpo o bien vocales, con la manifestación de ruidos o palabras, desde la reproducción de frases, insolencias, sílabas o letras.
En un menor de catorce años, el conflicto emocional no es propio, es de alguno de los padres. O bien, sí es propio porque algo pasó en el nacimiento. En un mayor de catorce años, el conflicto emocional sí es propio y se debe revisar lo vivido de un año para acá. Se buscará en el árbol genealógico quién en la familia tuvo conflicto de depresión mas peligro.
Según el tipo de tic nervioso, el cerebro genera dicho movimiento o para defender a la persona, para salvar su vida, por miedos, por sensación de peligro. Los que mueven la mandíbula se relaciona con que no le permitieron hablar, opinar.
Si es la lengua, tiene que ver con impedir decir lo que se piensa. Si se coloca en posición fetal, es la búsqueda de la seguridad. Si hay tos, es miedo al ahorcamiento.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.