Te invito a realizar este ejercicio con esferas chinas, ayuda a la armonización de nuestros chakras.
Los siete chakras, centros energéticos, se encuentran ubicados verticalmente en nuestra línea central.
El chakra raíz, debajo del sacro, es la puerta de la vida y la muerte, nacimiento y reencarnación.
El segundo chakra, en el sacro, energía de creación que permite movernos hacia la vida.
El tercer chakra en el ombligo, energía del autosustento, decisiones personales, identidad.
El cuarto chakra en el pecho, se relaciona con el corazón.
El quinto entre la 3ra y 4ta vértebra cervical, se asocia al oído y el sonido, la creatividad, la vibración.
El sexto chakra, en el entrecejo, nos conecta con el mundo del pensamiento.
El séptimo chakra, en la coronilla, nos conecta con el plano espiritual y del conocimiento.
Con las esferas podemos detectar el estado de cada uno, para poder activarlo y armonizarlo a través del sonido.
El trabajo con las esferas chinas nos ayuda a liberar bloqueos y tensiones corporales y emocionales. Sería muy bueno que pudieras incorporar esta práctica de manera cotidiana. Nos asiste en nuestro bienestar y nuestro equilibrio del cuerpo, de la mente y del alma.
Como siempre destaco que estas prácticas de ninguna manera suplantan ningún tratamiento médico o psicológico formal, realizado por los profesionales correspondientes.
Sostenemos las esferas entre las manos para conectar con su energía.
Siempre respirando de manera consciente conectando con el aquí y ahora. Las hacemos rolar mientras comienzan a producir sonido. Ascendemos por el eje central recorriendo los chakras, uno a uno. El sonido que percibimos al rolar las esferas nos indica el estado del chakra. Si es fluido y vibrante nos indica que ese chakra se encuentra en armonía, si es áspero o entrecortado nos revela que ese chakra podría estar bloqueado. Si no hay sonido, está cerrado.
A partir de la percepción que nos ofrecen las esferas, donde percibamos desarmonía podemos continuar rolando.
Recorremos los chakras de manera ascendente y descendente las veces que necesitemos, hasta percibir la armonización de nuestros centros energéticos. Permanecemos con las esferas en quietud una vez que percibimos la armonía de manera sostenida.
Así nuestro trabajo es asimilado e incorporado de manera consciente.
Respiramos la energía que nos trae el cielo, que impregna nuestros pensamientos, nuestras palabras, nuestros sentimientos, nuestro cuerpo y nuestra mente.
Podés ver la práctica completa: https://www.instagram.com/reel/Cj-cQsQjdUX/?igshid=YmMyMTA2M2Y=
