Muchas veces ocurre que todas las expectativas que se tenían para esa persona, recaen sobre el niñx que vendrá.
Nacer luego de la muerte de un hermanx, simboliza que hemos venido a suplirlx, a ocupar su lugar y a adoptar todos los proyectos que fueron depositados en esa persona. Sin darnos cuenta, sin ser responsables, cargamos a ese hermanx que no sobrevivió.
Tal vez si te sucedió esto, podés vivir con cambios de humor radicales, ser bipolar o presentar TDAH, tener depresión o ansiedad. Pensar una cosa y luego otra. Estar feliz y al rato llorar. Ser valiente y luego miedosx, porque hay una carga de dobles emociones y doble manera de reaccionar. El hijx de reemplazo puede tener la sensación de no ocupar un lugar correcto en la familia, dificultades para realizarse en la vida, no sentirse reconocidx o miradx por quien es, llevar una vida dolorosa y con la obligación de hacer felices a sus padres.
Lo mejor, es hacer un duelo. Liberarnos de nuestro nombre en caso de que sea el mismo o modificado y liberar a nuestros mapadres por haber puesto en nosotros las expectativas de nuestro hermanx.
Hablar de nuestro dolor por cargar al hermanx muertx y soltarlx. Liberarnos. Y darle a este hermanx el lugar que se merece en nuestra familia. Que pueda ser miradx amorosamente y pueda ser incluidx en nuestra historia familiar.
Te invito a recorrer este camino de la #biodescodificación absolutamente transformador y de amor. Desde la mirada sistémica, que nos convoca porque somos seres sociales que viven con otros. Porque somos parte de un todo, no podemos tomarnos desde la separación.
Constelar es poner orden en nuestro mundo familiar y en nuestro mundo interno. Poner orden en el amor.
Estamos todos en este mundo. Lo que necesitamos TODOS es amor.
Podés consultarme por md a mis redes, en mi página bio.monicadevalois.com o por wpp al 11 3107 4364.
Es un placer acompañarnos, te espero cuando así lo desees.