Nada nos hace tanto síntoma como lo no dicho, lo callado, lo guardado, lo censurado. Aquellas palabras que no dijimos y que guardamos, quedan adentro nuestro densas, pesadas, a la espera quizá por años.
Qué podemos hacer? Quizá podrías tratar de contar algún secreto. A quien puedas, y si no pudieras, contátelo a vos mismo en voz alta, frente al espejo. Si aun así no pudieras, escribilo en un papel y después lo rompés y lo colocas en la tierra. Puede ser en una maceta o en un jardín.
Cuál es la razón de realizar este tipo de actividad? Es un ritual, es una metáfora, es un símbolo.
Nuestro inconsciente solo comprende lo simbólico, así que de esta manera, podemos llegar a nuestro propio inconsciente y cambiar algunos patrones que nos hacen mal. Sacamos fuera nuestro, a través de la palabra, de la escritura aquello que nos daña. Y se va. Es así de simple y así de real.
Lo que no decimos nos enferma y nos coloca en el lugar de víctimas. Desde este lugar no nos permitimos ser libres. Cuando contamos eso que no pudimos contar, cuando decimos aquello que no pudimos decir y nos dañaba, acomodamos nuestro cielo y nuestra tierra. 
Si necesitás cambiar tu presente, podemos biodecodificar. Las herramientas son transformadoras, como las #ConstelacionesFamiliares, técnicas de #EFT, memoria celular, construcción de tu #genograma personal a partir del trabajo con el árbol, eneagrama.
Espero tu mensaje por wpp al 1131074364, por md a mis redes o a mi página. 
Te abrazo, nos abrazo. 
