Es la fase de reparación de un conflicto de desvalorización por el paso del tiempo. Biológicamente, el fémur es la principal estructura del progreso. Una fractura se origina por una enérgica desvalorización que paraliza la continuidad con la funcionalidad de esa estructura. Durante la fase de reparación es donde encontramos el sentido biológico, que es lograr una soldadura que haga la estructura más dura que antes. Toda fractura de fémur también se relaciona con los conflictos de la no aceptación del paso del tiempo, no aceptar la edad, y el anhelo de obtener algo que sé que ya no puedo alcanzar. Este conflicto se aplica a cualquier edad; si se da en niños o jóvenes, debemos indagar a quien de la familia están resintiendo. El conflicto siempre debe concebirse como una falta de respeto hacia uno mismo. Sucede a menudo cuando se desvaloriza a la persona. Cuando damos por hecho que la persona es incapaz.
Recordemos que es el fémur el hueso que mantiene la cadera, el hueso que como parte de las piernas permite caminar, sentarse, moverse.
Es absolutamente necesario comprender que no necesitamos ahogar a nuestros mayores con ayuda que no han solicitado. Concedamos confianza para no colaborar con la descalcificación de sus huesos.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.