Los movimientos del alma
La base de las constelaciones familiares es lograr tomar consciencia de aquello que se encuentra en nosotros sin que sea consciente. Pensemos cuántas historias nos contamos sin saber bien de dónde provienen o si han sucedido tal como las imaginamos. También podemos analizar cuántas creencias que jamás exploramos sobre nosotros mismos, nuestra familia y nuestro medio nutrimos a lo largo de nuestra vida.
Estas creencias constituyen la base sobre la cual tomamos nuestras decisiones y muchas veces ni siquiera nos pertenecen, las repetimos sin detenernos a pensar si para nosotros tienen sentido respecto de nuestras propias experiencias, valores y nuestra única e individual manera de ver la vida.
Al entrar en sintonía con la información desde la cual nos manejamos en la vida, se nos muestra un universo de posibilidades, se manifiesta la vida con todo su impulso. A partir de allí podemos elegir dejar ir contextos, aceptar destinos, percibiendo en lo profundo de nuestro ser que somos parte de algo más grande que nos incluye a todos y nos acepta tal cual somos.
Vínculos difíciles con la familia, con la pareja, con los compañeros de trabajo, enfermedades, emociones que nos hacen sentir mal, situaciones que se repiten a lo largo del tiempo como infidelidades, traiciones; todo aquello que nos provoca dolor y deseamos sanar, podemos constelar.
Cuando constelamos podemos tomar consciencia de lo que nos está sucediendo y no de lo que creemos que nos está sucediendo.
Podemos acceder al origen del bloqueo que nos está impidiendo tener la vida que deseamos.
Es la invitación a realizar un viaje a nuestro interior y poder entender lo que nuestra alma nos está pidiendo a gritos.
Si resuena con vos el trabajo transgeneracional y las constelaciones familiares, puedo acompañarte en tu proceso. El autoconocimiento nos enseña a amarnos y perdonarnos a nosotros mismos y a quienes han estado o están en nuestra vida. Es tiempo de sanar y hoy podés hacerlo. Te espero cuando así lo sientas.