Es la contractura muscular localizada en la parte baja de la espalda por un síndrome músculo-esquelético. Corresponde a un conflicto de desvalorización central.
Los dolores en la espalda son porque no nos sentimos apoyados o porque aguantamos inconscientemente pesos que creemos que no nos pertenecen. Es una falta de apoyo en la vida.
Estos problemas surgen fundamentalmente en personas proclives o dispuestas a colmarse de trabajo, responsabilidades y presiones, por encima inclusive de sus capacidades. Es usual que las personas vulnerables a sufrir dolores de espalda tengan en sus vidas problemas económicos.
El hecho de tomar excesiva responsabilidad sobre nuestras espaldas manifiesta deseos ocultos de grandeza o complejos de inferioridad y pruebas de hacer lo posible para ser amados y reconocidos.
Biológicamente representa nuestros cimientos, la parte de la columna que más peso resiste. Sentimos que somos los pilares de nuestra familia, los que llevamos todo el peso.
En gran parte es un conflicto relacionado con la sexualidad con sentido de culpa, pero también en menor medida puede deberse a un conflicto de dirección en la vida.
El dolor en la zona lumbar es una clara advertencia del inconsciente de que reclamamos y necesitamos apoyo aunque no nos atrevamos a reconocerlo.
Cada vértebra lumbar tiene su propio significado.
L1: impotencia por un conflicto frente a alguien o a algo; situación que ansiaría controlar, pero que no puede. Pueden aparecer enfermedades relacionadas con el intestino y el colon, estreñimiento y disentería.
L2: es la flexibilidad hacia uno mismo y hacia los demás. Personas que no se permiten disfrutar de la vida. Suele conllevar problemas abdominales, de apéndice o várices.
L3: situaciones familiares tormentosas sin concederse el consentimiento para decir no por temor a ser juzgado o excluido. Pueden aparecer dolencias en genitales, útero, vejiga o rodillas.
L4: cuesta digerir la realidad cotidiana, busca es protección, encerrándose. Pueden surgir dolores en el nervio ciático y en la próstata.
L5: situaciones vividas con angustia y frustración; dificultades para mostrarse auténtico en el plano afectivo. Suele haber problemas con personas de la misma generación. Está asociada a dolores en las piernas, desde las rodillas hasta los pies.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.