La hipotensión es el nombre técnico de una baja presión arterial.
Es un conflicto de desvalorización con respecto a la familia. Se muestra en fase activa o simpaticotonía como un conflicto de desánimo, pero puede ser un síntoma de una fase vagotónica o reparativa de otro conflicto.
Biológicamente, se relaciona con reducir la fuerza en los asuntos familiares. Hay una evasión ante los conflictos relacionados con la familia. La persona puede estar sintiendo que no sirve de nada luchar.
Se vive como víctima y con la sensación de que la vida se parece a un callejón sin salida.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.
Es un conflicto de desvalorización en relación a la familia. Tiene que ver con el corazón, las arterias, las suprarrenales y los riñones. Está presente en fase activa del conflicto, pero suele descubrirse en fase de reparación. Biológicamente tiene que ver con presionar la sangre para que entre o salga más rápidamente o lentamente del corazón. De forma simbólica, a las entradas y salidas de los lazos de sangre del corazón. En la hipertensión central, masculina, las manos están calientes. En la periférica, femenina, las manos están frías. Las personas con hipertensión tienen un conflicto que no enfrentan.
Son viejos problemas emocionales no resueltos, con señales de agresividad reprimida. Acostumbran escapar de los problemas, no actúan. Puede existir también un conflicto de falta de reconocimiento, por ejemplo mujeres que asumen el rol masculino. Además podemos encontrar conflicto de de hacinamiento, cuando hay excesiva gente en casa o conflicto de resistencia a salir de casa.
Otros conflictos se relacionan con deber abandonar algo sin efectivamente desearlo, necesidad de ser el mejor o el primero, necesidad de poseer, conflictos de tensión en el clan.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Una hemorragia es un desbordamiento de sangre fuera de los vasos arteriales o venosos, puede ser externa o interna.
Representa siempre un conflicto emocional relacionado con la familia. La sangre simboliza la alegría de vivir. Para saber en qué área de la vida desapareció la alegría, hay que observar la parte del cuerpo afectada, para qué sirve dicha parte. Si la hemorragia es interna, muestra que la persona sufre en silencio y que se exige en que nadie sepa lo que siente. Vive su dolencia en el aislamiento porque entiende que no tiene a nadie en quien confiar o que pueda ayudarla.
Si es en los bronquios, se relaciona con no poder respirar en la familia. Si es nasal, simboliza tristeza. Si es rectal es la sensación de no poder ser uno mismo. Una hemorragia me enseña que debo examinar la percepción que tengo de la vida, desde el significado del órgano afectado. Me estoy tomando la vida demasiado en serio y necesito relajarme y disfrutar. Dejar de poner toda la energía en relaciones que me consumen. Ser yo, ser feliz y amarme por sobre todas las personas y cosas. Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.
Es una inflamación y enrojecimiento crónico de la cara, frente y nariz. En fase de conflicto activo causa crecimiento de pequeños tumores amelanóticos bajo la epidermis. La fase de reparación del conflicto es muy dolorosa y puede haber erosión de la epidermis convirtiendo la rosácea en rosácea abierta.
Biológicamente, tiene sentido de protección, pero no por un contacto sino por un enérgico embate a la integridad. Puede haber un conflicto de mancha, ataque a la propia integridad, conflicto de recibir ataques y sentirse o estar desfigurado. También puede haber conflicto de separación del clan, no ser aceptado. A veces puede existir un conflicto relacionado con el alcoholismo, propio o de otro que nos importa. Aunque no impacta en la salud de forma grave, se convierte en una carga emocional si no es tratada correctamente.
Generalmente se trata de un conflicto vivido en soledad, no expresado y que no ha sido resuelto. La emoción oculta detrás es la vergüenza en muchos casos. El conflicto puede estar relacionado con algo que hizo o un hecho del que fue víctima en algún momento de su vida y que considera malo o sucio.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.
Es el descenso del número de eritrocitos o glóbulos rojos y de la hemoglobina en sangre siendo imposible el buen transporte de oxígeno a las células. A veces la disminución es del tamaño de los eritrocitos y no del número.
Es básicamente un conflicto de desvalorización profunda en la familia. En fase de conflicto activo, se produce una osteolisis que llega a la médula y reduce la creación de células sanguíneas. En fase de reparación, hay una regeneración natural de la sangre. Biológicamente, predomina la conservación del clan o de mi descendencia por encima de la propia. La hemoglobina es responsable del transporte del oxígeno (vida) a las células y el dióxido de carbono a los pulmones. Si no requiero tanta vida, no necesito tanta hemoglobina que la transporte. Es una desvalorización en el linaje de sangre, especialmente por el incesto y la consanguineidad. Depreciación de eso que nos hace vivir, que transporta la vida. Perturba a los glóbulos rojos si hay una connotación de vida/muerte, a los glóbulos blancos si es de ataque/defensa o a las plaquetas si afecta a la disgregación del clan o a una agresión. Está referida a la falta de alegría ante el proceso de la vida misma y con un sentimiento de no valer. Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.
El corazón pertenece a la tercera etapa embrionaria, que es la etapa de movimiento y valoración.
En cualquier problema en el corazón hay que ver qué conflicto hay con el movimiento y la valoración. Pueden ser conflictos reales o simbólicos. El inconsciente no concibe que puedas tener un conflicto que no sea real.
Si el conflicto está en tu cabeza, imaginás que te va a pasar algo, sentís una fuerte emoción con algún problema de movimiento o valoración, la enfermedad tratará de resolver el conflicto.
Al corazón se le considera la casa. Todo conflicto concerniente a tu casa, tu hogar, tu familia, está afectando al corazón. Para que desemboque en una grave enfermedad es porque sentiste en algún momento fuertes emociones o pequeños conflictos sostenidos en el tiempo.
El corazón tiene un simbolismo de amor y alegría. Cuándo en tu vida no hay amor ni alegría el corazón se retrae, haciendo que la circulación sea lenta, estimulando todo tipo de enfermedades cardiacas.
Al corazón le afecta aparentar. Esa dedicación a disimular lo que de verdad sos, lo que sentís, querer caer bien a todos, que no se enteren de tus defectos. Esto cansa al corazón.
Es importante ver si hay conflictos relacionados con el territorio real o simbólico: la casa, el trabajo, la familia, cómo te valorás y cómo sentís que te valoran los demás.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.
Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.