La amigdalitis restituye las amígdalas a su estado y tamaño naturales. Estamos en fase de curación, vagotonía y el conflicto con las cuestiones perjudiciales que nos sucedieron. Las amígdalas vuelven a su normalidad alejando la hiperplasia (aumento de masa) que se produjo durante el conflicto. La manera en la que lo hace es mediante hongos o bacterias que comprimen el tamaño de las amígdalas y causan abscesos. El conflicto es la dificultad para tragar y ahogo. Miedo, ira y rabia reprimida. También la creatividad está reprimida.

Las amígdalas tienen función de defensa, retienen las bacterias y virus nocivos que entran por la boca. El sentido biológico de producir más amígdala revela la necesidad de resguardarse de lo tóxico que ingrese.

Cuando se ve afectada la amígdala derecha se relaciona con palabras que no decimos, que nos tragamos.

Si se afecta la amígdala izquierda son palabras que hemos dicho y deberíamos haber callado (tragado).

En los niños son conflictos con el no poder atrapar el cariño de los padres (un abrazo, por ejemplo). Tiene que ver con la necesidad de atrapar a la madre.

En los adolescentes se dan cuando están enamorados de alguien a quien no pueden conquistar.

Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.

Surgen en la mucosa bucal y labial, lengua, surcos linguales y bucales, paladar blando y menos frecuentemente en el tubo digestivo y la mucosa genital. Biológicamente, los conflictos conectados con la boca demuestran desvalorización en torno a la palabra. Las aftas manifiestan conflictos de la primera infancia, por lo que es muy importante abordar el Proyecto Sentido. En los adultos, se relacionan con problemas a los que le escapamos; conflictos que se reprimen o se encubren. Tiene que ver con luchas internas entre lo que deseamos decir y lo que en realidad decimos. Los adultos que tienen aftas están continuando un conflicto programante que obtuvieron de manera inconsciente en los primeros años de vida. Las faltas de amor en la niñez imprimen el carácter y la vida no sólo del niño sino también del adulto que continuará exteriorizando a lo largo de su vida esa deuda afectiva. Esas memorias de tristeza o de separación que impactan en el niño, si no se sanan, continúan en la vida adulta. Como toda llaga, las aftas tienen un sentido biológico de rabia que fue dirigida, rabia sin expresar. Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen. Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico que estés realizando.

La gastritis es un trastorno que trastorna el normal trabajo del sistema digestivo por la inflamación e irritación de la mucosa que cubre el estómago.

Usualmente se muestra acompañada de ardor, acidez y dolor estomacal, náuseas, mareos, vómitos y reflujo estomacal. También dolor en la parte superior del vientre o el abdomen, la indigestión y la pérdida del apetito.

 Quedan de manifiesto conflictos emocionales inconscientes porque nos sentimos obligados a convivir con personas o situaciones cuyo contacto o cercanía nos resultan impuestos; sucesos que nos obligamos a sufrir o “digerir” contra nuestra voluntad y que aceptamos como imposición.

Cuando hay nauseas es además de rechazo también asco. No siempre  hablamos de situaciones reales. Cuando también hay  mareos expresa miedo; pero, sobre todo, sufrimiento por no tener el control y no poder liberarse de la situación.  

Cuando se espera más apoyo y amor en la familia, la gastritis se mostrará acompañada de ardor o acidez estomacal.

También evidencia intolerancia; personas muy ligadas a sus hábitos y rutinas, renuentes a cambios y opciones.

Es importante prestar especial atención al Proyecto Sentido y al Transgeneracional  que suministran datos muy valiosos de las memorias inconscientes que hemos recibido y nos predisponen a actuar de cierta manera.

Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.

Recordá siempre que no estamos reemplazando ningún tratamiento psicológico o médico  que estés realizando.