Nuestro mundo emocional se relaciona directamente con las funciones más importantes del cerebro, las cognitivas y las ejecutivas. Por eso resulta fundamental poner en valor nuestro sistema nervioso y darle los cuidados que necesita. Las neurociencias nos permiten la promoción de la construcción de un mundo en el que todos puedan comprenderse y comprender, resolver situaciones de conflicto, alcanzar objetivos deseados, enaltecer los valores humanos.
