Es una enfermedad crónica respiratoria que causa una particular forma de disnea con opresión en el pecho y tos. Las vías respiratorias se inflaman y producen mucosidad. El conflicto es de amenaza en el territorio y pánico. En fase de conflicto activo se originan úlceras en la mucosa intrabronquial que suelen pasar inadvertidas. En caso de dos conflictos activos la respiración se torna difícil a causa de espasmos en la musculatura bronquial. En fase de reparación de conflicto, se origina tumefacción de la mucosa, seguida de insuficiencia respiratoria.
En la crisis hay un nuevo ataque de asma. Biológicamente hay un doble orden. Por un lado está la necesidad de remediar las faltas emocionales vitales absorbiendo más aire y por otro lado, el temor a absorber otros aspectos vitales contenidos en el medio, que nos han dañado en el pasado o lo llevamos como programa.
Por eso hay una constelación que cuando se activa obstruye laringe y bronquios. También puede existir un conflicto de falta de libertad.
En caso de asma bronquial, expiración: conflicto de territorio (bronquios) y un conflicto del hemisferio izquierdo. Además de un conflicto de miedo a morir.
En asma laríngea, inspiración: hay conflicto de miedo, pánico en el territorio y un conflicto del hemisferio derecho. Miedo a ser violentado por algo mortal.
Es muy importante que puedas tomar consciencia de este conflicto, para integrarlo y a partir de entonces, iniciar la búsqueda de su origen.