Estas situaciones reflejan una herida de rechazo.
Las personas que la han sufrido se muestran tímidas, temerosas, retraídas, introvertidas. Frente a los conflictos desaparecen literalmente.
Esta herida se genera en la gestación o en los primeros años de vida de la persona. Cuando siente que está de más, que molesta. En la adultez se manifiesta como una necesidad de autoexigencia.
Por supuesto que lo podemos trabajar y sanar. En primer lugar debemos renunciar a ser víctimas y a la culpa. Enfrentando miedos y aprendiendo a amarnos. Así podemos sanar esa herida y vivir en paz.
Si tenés dudas, podés consultarme siempre.
Si mis palabras te resuenan y desearías iniciar el proceso transformador de la biodescodificación y las constelaciones familiares te invito a comunicarte conmigo por md en mis redes, a mi página o por wpp al 1131074364.
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